Ya sabemos que no hay peor forma de ofender que comparar, por supuesto nada más lejos de mí intención en este apunte, que hacerlo con Antonio López y Miquel Barceló. Puntualizado de antemano, mi neurona aventurera si se va a permitir una licencia reflexiva.
Dos formas de vivir y desarrollar el arte de la pintura
Antonio López García, Tomelloso, Ciudad Real, 6 de enero de 1936 pintor y escultor español. Tras terminar sus estudios realizó sus primeras exposiciones individuales entre 1957 y 1961 en Madrid, mientras trabaja tanto en esta ciudad como en la localidad que le vio nacer.
A lo largo de la trayectoria de su carrera artística,Antonio López ha creado una obra independiente, al margen de un panorama artístico en el que primaban unos valores estéticos orientados al informalismo y la abstracción. Tampoco podemos vincular la obra de López con las tendencias realistas europeas, ni de ninguna forma, con el hiperrealismo americano. Su forma de trabajar, su rigor y su técnica, puede ser conocida y admirada en la película del director cinematográfico Víctor Erice en el film titulado “El sol del membrillo” (1992) Sabiendo su forma de trabajar un proyecto es fácil entender que tardará en terminar su “Madrid desde las Torres Blancas” 8 años y en dar por terminada la obra
«Madrid desde las torres blancas» Antonio López
Como expresa el pintor a propósito de sus cuadros “Una obra nunca se acaba, sino que se llega al límite de las propias posibilidades.”
Al contemplar la obra de A.Lopez lo que se impone y trasciende, es su enorme y obsesivo amor por el detalle, el rigor y el dominio en la mezcla de los colores de su paleta, capaz de recrear la realidad en sus infinitas y diferentes capas de espacio y luz.
Un tiempo denso lleno de matices y de introspección que recrea el pintor entre el cuadro y el espectador. Nos asombra la enorme capacidad de observación de la mirada de A. López unida a una infinita paciencia que debe mantener para ser capaz de tan colosal lucha entre la copia y lo observado y lograr recrear La REALIDAD.
He tenido la satisfacción de disfrutar de la exposición en el Museo Thyssen-Bornemisza que actualmente aún puede ser admirada, mientras escribo estas notas. Es una perfecta exposición estructurada a la medida del pintor, dividida en diferentes etapas de su obra pictórica, dibujos y escultura. Es una gran experiencia cultural y artística poder admirar la obra de Antonio López en su conjunto, aportándonos su excelso mundo interior. Se trata sin duda alguna de un acontecimiento de primera magnitud en el panorama cultural en España. Poder contemplar; una obra consolidada y universal. Información reciente del Museo Thyssen-Bornemisza: La exposición de Antonio López en Madrid ha sido vista por 318.169 personas, lo que la convierte en la muestra más visitada de la historia de la institución.
La exposición se trasladara y podrá verse, a partir del 10 de octubre, en el Museo de Bellas Artes de Bilbao.
Miquel Barceló Artigues (Felanitx, Mallorca, 1957) Sus enormes lienzos figurativos de finales de los años setenta con temas de animales de marcado expresionismo recibe la influencia de Joan Miró, se interesa por el action painting («pintura de acción»), admira la obra de Jackson Pollock, Antoni Tàpies, el arte conceptual y el art brut. El descubrimiento de África en un viaje a Mali ha hecho que sus gentes y la vida del desierto sea uno de los temas más desarrollados en sus obras de los últimos años, donde podemos ver una gran preocupación por la naturaleza. Barceló es gestual caótico, busca atento el milagro de ver qué se esconde, entre el azar, la forma y el color.
En propias palabras del artista “Siempre me ha interesado mucho el accidente en la pintura”
Faena de muleta Miquel Barceló
Antonio López y Berceló. Ambos artistas son ya, un referente en el panorama mundial del arte contemporáneo. Hiperrealismo y neofigurativo abstracto, discursos creativos que siendo antagónicos se complementan en estos dos maestros, sus diferencias de edad, de escuela, así como de paisajes interiores y por tanto influenciados en distintas temáticas. Su genio les ha llevado por distintos caminos en sus creaciones, a la cima del reconocimiento artístico.
A diferencia de A. López; Barceló transforma la realidad en materia y color y se recrea en los signos internos de la forma. Su pintura se apoya y expande en lo materico, y los infinitos detalles que se recrean en cada pincelada. Al contemplar las obras de Barceló nos induce a encontrar en esos pliegues y detalles un mundo real lleno de espacio donde no existe ni tiempo ni imitación.
¿Podemos imaginar “Madrid desde las torres blancas”, pintado por Barceló, y a la inversa “Faena de muleta” por A. López?
* Recreación personal de RLazo
Su visiónes personales del arte, que conocemos por entrevistas, nos aportan de primera mano las respuestas al misterio de sus obras, motivaciones y logros.
A López se ha prodigado poco en exposiciones, en parte porque el estilo de su pintura es enemigo de las prisas, En cada obra de A. López se refleja un tiempo atemporal que se manifiesta en su visión contemplativa del mundo.
La trayectoria de Barceló, muy al contrario, fue meteórica, mucho más prolífico. El genio creativo de Barceló fue reconocido con total unanimidad, en el intricado e hipercomercial complejo mundo del arte contemporáneo. Esto no significa ningún borrón en las trayectorias artísticas de ambos admirados pintores.
La pintura de A. López es sin duda íntima, bucólica y emocionalmente melancólica, a mí modo de sentirla, se concentra en la exactitud de todos los componentes del cuadro. Es una declaración de principios temáticos que responden a un criterio estetico que se funde con su forma de vivir, austera y de pocas palabras fiel a su idiosincrasia manchega.
Miquel Barceló en cada obra, sin llegar a perder su sello, cambia, desarrolla, experimenta, descubre y mezcla hasta expresar toda su fuerza creativa. Los colores infinitos y cambiantes de su mediterráneo mallorquín, le influyen como no es de extrañar en su obra. No se puede dejar de evidenciar la tremenda autenticidad y fidelidad de ambos creadores españoles. Mundos opuestos, miradas diferentes, conceptos estéticos divergentes, pero al tiempo; coinciden en la búsqueda de un valor y autenticidad en su camino artístico, fieles a sí mismos desde un principio.
Antonio López y Miquel Barceló han logrado la admiración internacional, sus obras están en los más importantes museos y colecciones del mundo, han logrando eso tan difícil que es, ser un referente universal reconocidos. Yo destacaría para terminar que Antonio López y Miquel Barceló comparten un merito común, un ideal y un valor muy difícil de lograr en el mundo de la creación artística en general que es VIVIR Y CREAR UNA GRAN OBRA EN LIBERTAD, EN ESTO SON TOTALMENTE COMPARABLES.
Antonio López, hiperrealismo, Miquel Barceló