Ser poeta no consiste
solamente en hacer versos,
ni en rimar palabras con palabras,
ni en medir castillos de sonetos.
Ser poeta es tener playas
y mares escondidos en el pecho,
arroyos de cristal en la garganta,
algas enredadas en el pelo,
estanques de lunas en los ojos,
olas sensitivas en los dedos…
Ser poeta es vivir en un mundo
de profundos pensamientos,
de metafísicos temores,
de espirituales vientos.
Es volar sobre las frentes
de sabios y de genios,
convertirse en brisa,
desnudarse del cuerpo,
hacerse un poco dioses
y amar la inmensidad del Universo.
Ángel Esteban Calle