No me resisto a compartir este hermoso poema cargado de futuro, no lo conocía de su autor Gabriel Celaya.
En los tiempos que vivimos, con tantas preocupaciones e injusticias, sólo la poesía y la reflexión sobre la cultura nos puede ayudar a mantener alta la moral y sobrevivir al desaliento.
Educar es lo mismo
que poner un motor a una barca,
hay que medir, pensar, equilibrar,
y poner todo en marcha.
Pero para eso,
uno tiene que llevar en el alma
un poco de marino,
un poco de pirata,
un poco de poeta,
y un kilo y medio de paciencia concentrada.
Pero es consolador soñar,
mientras uno trabaja,
que esa barca, ese niño
irá muy lejos por el agua.
Soñar que ese navío
llevará nuestra carga de palabras
hacia puertos distantes, hacia islas lejanas.
Soñar que cuando un día
esté durmiendo nuestro propio barco,
en barcos nuevos seguirá nuestra bandera enarbolada.
Gabriel Celaya
