Alentar el pensamiento en el sosiego.
Dejándome llevar por la fuerza que siempre me regalas.
Siempre tú,
En todo y para siempre,
Al amparo del sentir y transformarme la pena en lucha.
Lucha y duda que acaba dando el fruto de la confianza,
y después de calentar mis frialdades,
sólo un gesto tuyo me redime de mi hastía miento.
No te preocupes te digo yo, y tú en ese momento, perdida y dudosa
te me ofreces sin ninguna condición.
Entonces yo rescatado por tu amor,
me confieso, derramando mil momentos esperados,
te desgrano un camino, en el que todo lo que somos, ya está escrito.
En el papel de la alegría estando juntos ,nada importa,
nunca acabarán con nuestra comunión,
ni la vida ni la muerte la romperán jamás.
De todo lo vivido más allá de la fe y la esperanza,
tú,
mí todo, aquí me tienes.
Yo me pregunto cada día,
qué meritos me otorgaron al nacer para merecer tu amor.
Q tal una melodía q endulce esta poesía???? 😉