Yo llegué desde Madrid
a disfrutar de un Congreso,
en la ciudad de Valencia,
convocado por RAECO.
Sólo pensaba en estar
silencioso y muy discreto,
escuchando atentamente
a mis doctos compañeros.
Fue la Ciudad de las Artes
y las Ciencias mi pretexto
para mi humilde ponencia
preparada con esmero,
porque lo que yo quería
era venir al Congreso,
charlar con muchos amigos
y gozar con nuevos sueños.
Cuando vine hasta Levante,
me traje buenos deseos
para recorrer sin prisas
los valencianos museos,
sus murallas y sus torres,
sus preciosos monumentos,
la misteriosa Albufera
y sus profundos secretos.
Me quedé corto en mis planes,
porque nubló mi cerebro
un ascua de sensaciones
que en mi corazón ya viejo,
entre las cañas y el barro,
como las tracas ardieron.
Ángel Esteban Calle
Cronista Oficial de Casla (Segovia)